Desde el momento en que despertamos nos disfrazamos con un peinado o una ropa, eso, sumado a nuestra actitud con la gente a lo largo del día, forma una pulcra máscara que ofrecer a los demás.
La calle, un escenario; el día a día, una obra teatral perfecta.
La calle, un escenario; el día a día, una obra teatral perfecta.
Por esto la verdadera imagen sin máscara alguna, la que no mostramos, es realmente la más humana y bella.
tiene muchisima razón, la humanidad esta lavada el cerebro como si todo se basase en la moda, o ser mejor que otro, odio a esa gente que es asi... espero que algun dia se den cuenta de que lo más importante es tener personalidad propia,con otra varias caras solo se esta engañando esa persona así misma.. es mi opinión. un saludo!
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