Time of my life...

martes, 31 de marzo de 2009

LOS MUERTOS NO CUENTAN CUENTOS



Llevaba ya demasiado tiempo encerrado en ese oscuro apartamento, lo peor es que no recordaba cómo había llegado hasta allí. Decidí salir de la habitación donde estaba y explorar el apartamento. Miré en todas las habitaciones, pero había una que me llamó especialmente la atención, parecía apartada del resto y no pude abrirla. Empecé a forzar la manilla, a buscar una cerradura o algo con que poder abrirla, también probé con golpearla, pero nada sirvió. Agotado de desesperación, me senté en el suelo y grité al aire: “¡¿Qué hago yo aquí?!” No sé si fue mi pregunta o una ráfaga de aire imaginaria, pero la puerta se abrió sola muy lentamente… Entré y la escena que vi fue desgarradora: los cuerpos de mis tres mejores amigos yacían inertes en el suelo. En ese momento todo se vino abajo, el alma se me encogió en el pecho. Fui corriendo donde ellos e intenté despertarlos inútilmente. De repente, detrás de mí, como una oleada de aire frío, sonó una voz sin vida pero extrañamente familiar que dijo: “Los muertos no cuentan cuentos”. Esas palabras, esa frase, despertaron, como si fuera un rayo, una brecha que se abrió en mi mente, una brecha que llevaba cerrada dos años ¡No podía ser él! Me di la vuelta. Sí, sí que era, pero tenía la cara tan cadavérica que no tenía rostro. “¡IMPOSIBLE!” grité “¡Tú estás muerto!”, “Yo diría… improbable” fue lo único que me dijo y lo último que oí antes de que me clavara un cuchillo en el corazón. En mi mente aparecieron imágenes, las imágenes de una horrible noche hacía exactamente dos años. Los recuerdos de una fiesta, de mis tres amigos y yo emborrachándonos y cogiendo un coche, del momento en que atropellábamos a un muchacho y, desesperados, abandonábamos su cadáver en un bosque para que fuera pasto de los lobos, para que nadie nos culpase; el momento en que prometimos no decir nada, y cuando yo; como un imbécil borracho, dije señalando al bosque: “Yo no diré nada, y él tampoco ¡porque los muertos no cuentan cuentos! ¡Jajaja!”. Todos reímos y nuestra mente ocultó todo durante dos años, y eso sólo facilitó los planes de un alma sedienta de venganza. También recuerdo cómo llegué al apartamento, claro, yo mismo lo conseguí para montar una pequeña fiesta mis amigos y yo, y después de notar algo raro en la bebida, me desperté confuso en una habitación del apartamento.
Habíamos cavado nuestra propia tumba…
Ahora, el muchacho sin rostro ya ha tenido su venganza, ya puede descansar tranquilo.
Sólo me queda una duda, si los muertos no cuentan cuentos, ¿cómo he podido contar yo este…?


FIN

2 comentarios:

  1. Increible, me encanta!! Es incluso angustioso, y lo que mas me ha gustado es el final, sigue asi! ;)

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  2. OOOOOOOHHHHH!!!!
    *___________________________________*

    GRACIAS!!!!!!!!!! ^^

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