Lucía es una chica de 16 años. Un día normal & corriente estaba viendo la TV para un trabajo de Filosofía. Como se sentía muy aburrida, decidió dar una vuelta con su gato. Éste, que es muy juguetón, se subió a un árbol.
Lucía sabía que su gato sabe volver a casa, pero como no quería correr riesgos, decidió subir a buscarlo. Una vez arriba, lo habitual sería encontrarse sólo ramas & hojas, pero ella encontró una puerta, una puerta grande de color caoba & su gato mirando los extraños dibujos que tenía grabados. “Parecen runas” pensó.
Cogió decidida a su gato, ya sea por miedo, sospecha o precaución. Pero a pesar de estar temblando, acercó su mano al pomo de la puerta & la abrió. Al principio sólo vio oscuridad, pero al poco oyó una voz que la llamaba, posteriormente, apareció una luz cegadora del interior de la puerta. Algo le impulsaba a adentrarse, se inclinaba al interior, poco a poco & cuando pensaba que la luz le había cegado por completo, se sintió obligada a cerrar los ojos.
Al abrirlos, vio a su madre, despertándola porque se había dormido en el sofá.
Lucía se sentía un poco aturdida “Pff… Sólo ha sido un estúpido sueño”, dijo a su madre.
{{PD: Este cuento lo escribí porque nos mandaron improvisar una historia en teatro y bueno... salió esto ^^}}
No hay comentarios:
Publicar un comentario